Lehendakaritza

Fecha de publicación: 11/11/2011

El 42% de la juventud vasca consume de forma responsable

El consumo responsable está más extendido en Bizkaia, aumenta con la edad y es ligeramente superior entre las mujeres

El 42% de la juventud vasca consume de forma responsable según un estudio realizado por el Observatorio Vasco de la Juventud y presentado esta mañana por el viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes del Gobierno Vasco, Antonio Rivera, y el director de Juventud, Natxo Rodríguez. El consumo responsable está más extendido en Bizkaia, aumenta con la edad y es ligeramente superior entre las mujeres.

La investigación ‘Juventud y consumo responsable’ se ha realizado mediante encuestas telefónicas individuales a 1.500 personas de entre 15 y 29 años residentes en Euskadi, y su objetivo es analizar las pautas de consumo de este colectivo atendiendo al cómo, más que al qué o al cuánto se consume. Asimismo, se trata de identificar en qué medida las personas jóvenes son conscientes de las implicaciones personales, sociales y medioambientales que tiene consumir cualquier producto o servicio.

El concepto de consumo responsable está asociado a hábitos de consumo ajustados a las necesidades reales, que favorecen la conservación del medio ambiente y la igualdad social. Con estas pautas, para calcular el Índice de consumo responsable se valoran la racionalidad, ética, sostenibilidad y prácticas alternativas de consumo de la juventud.

El estudio revela que el porcentaje de personas jóvenes que presenta un consumo responsable medio-alto es del 42% (un 14% tiene un nivel alto, el 28% medio y un 58% bajo).

Agrupando a las personas que tienen un nivel medio o alto de consumo responsable, se aprecian diferencias significativas por Territorios Históricos. La juventud residente en Bizkaia alcanza el 47% frente al 38% de Gipuzkoa y el 34% de Álava. Asimismo, se aprecia un incremento del nivel de consumo responsable medio-alto a medida que aumenta la edad, del 35% de las personas de 15 a 19 años al 46% de las de 25 a 29 años. No se aprecia, sin embargo, una diferencia significativa por sexos, aunque el porcentaje de mujeres que consumen responsablemente es ligeramente superior entre las mujeres (43%) que entre los hombres (41%).

El 58% de la juventud vasca consume de manera racional

El consumo racional implica una actitud consciente y reflexiva a la hora de adquirir un producto o servicio. Abarca los momentos previos a la compra -qué comprar, cuánto gastar, a qué establecimientos acudir, cuándo realizar las compras- y la atención a posibles consecuencias no deseadas (averías, productos en mal estado, complicaciones con el funcionamiento) o a las características del producto.

El porcentaje de jóvenes que habitualmente realiza estos comportamientos es elevado cuando se trata de comprobar que el producto está en buen estado antes de adquirirlo (84%) y de reclamar en caso de tener algún problema (82%). Además, un 72% dice aprovechar ofertas y rebajas, un 71% suele comprobar la factura, un 68% lleva pensado de antemano lo que va a comprar, un 61% comprueba el cambio que le devuelven y el 51% la garantía.

Sin embargo, menos de la mitad compara precios en distintos establecimientos (49%); el 45% lleva pensado de antemano cuánto van a gastar; el 37% comprueba el etiquetado y el 32% lee las instrucciones de uso.

El índice de consumo racional es más alto entre los hombres que entre las mujeres (63% frente a 53%) y se incrementa a medida que aumenta la edad (pasando del 48% entre personas de 15 a 19 años al 66% entre quienes tienen entre 25 y 29 años). La juventud alavesa y vizcaína, ambas con un 61%, consume de una manera más racional que la guipuzcoana (52%).

Solamente un 15% consume de manera ética

El consumo ético valora las opciones más justas, solidarias o ecológicas y  no sólo el beneficio personal. Hace hincapié en la austeridad como una forma consciente de vivir, dando más importancia a otras actividades que al hecho de consumir y teniendo la capacidad de distinguir entre necesidades reales e impuestas. Se pregunta por las condiciones sociales y ecológicas en las que ha sido elaborado un producto o servicio.

Entre estos comportamientos, el más habitual entre lo jóvenes (63%) es preguntarse si realmente se necesita el producto que se va a comprar. Son bastantes menos quienes se cuestionan la basura o residuos que generará (19%), la materia prima con la que se ha fabricado (19%), si en su producción se ha derivado algún tipo de injusticia social (16%) o el impacto medioambiental que supone su producción y/o transporte (14%).

No hay diferencias significativas por sexo, pero se aprecia un aumento del consumo ético a medida que aumenta la edad, del 11% de las personas jóvenes de 15 a 19 años al 18% de las personas de 25 a 29. Por Territorios Históricos se da más en Bizkaia y Gipuzkoa que en Álava.

El 22% realiza actividades relacionadas con el consumo alternativo

El consumo alternativo es el que se aleja de los canales establecidos de compra y venta y tiende a la reutilización de productos, bien a través del intercambio, la cesión entre amistades y familiares, a la adquisición de productos de segunda mano y a la compra de productos de comercio justo.

El intercambio entre familiares y amistades es el más habitual (42%). El 23% ha dado o recibido ropa usada y el 14% ha comprado algo en común. El 8% ha comprado productos de segunda mano. El 4% ha adquirido productos de comercio justo; un 3% ha vendido productos de segunda mano y sólo un 1% ha participado en mercados de trueque.

La juventud guipuzcoana presenta un consumo alternativo más elevado (26%) que la vizcaína (21%) y, ésta, a su vez, más alto que la alavesa (16%).

Un 41% de la juventud vasca consume de manera sostenible

El consumo sostenible se aleja de la cultura de usar y tirar, con productos de un solo uso, el sobrempaquetado, etc. La clave se basa en la reducción del consumo y en el uso de productos y servicios más respetuosos con el medio ambiente, en el reciclaje, en el ahorro de energía, etc., en las rutinas diarias.

Estas pautas están más interiorizadas en la juventud vasca: más de la mitad habitualmente separa la basura doméstica (76%), limita su consumo de agua (71%), limita el uso de la calefacción y al aire acondicionado (71%), utiliza los Garbigunes (69%), utiliza bombillas de bajo consumo (67%), se desplaza a pie o en bicicleta (64%), utiliza el transporte público colectivo o comparte coche (64%), lleva su propia bolsa o carro a la compra (63%) y compra frutas y verduras locales de temporada (52%).

Las pautas más relacionadas con las compras tienen, sin embargo, una  penetración más baja: un 34% procura comprar de manera habitual productos poco envasados o empaquetados; un 32% compra productos reciclados; un 18% evita comprar ciertos productos por razones medioambientales y un 17% compra productos ecológicos.

Las variables que muestran diferencias más elevadas respecto al consumo sostenible son el sexo y el Territorio Histórico de residencia. Las mujeres jóvenes consumen de forma más sostenible (47%) que los hombres (35%) y el consumo sostenible está más extendido en Bizkaia (46%) que en Álava (36%) y Gipuzkoa (36%).